En la imagen, alumnas del Colegio Los Andes, ganadoras del festival.     

Una destacada participación tuvieron tres de nuestros colegios – Los Andes, Huinganal y Tabancura – en el concurso musical “De Tierra a Cielo”, organizado por el Programa de Pedagogía en Religión Católica UC, y que consiste en promover la creación de canciones religiosas entre escolares, para expresar de forma creativa la fe en Dios. Los tres colegios accedieron a la final, en la que Los Andes obtuvo el primer lugar.

      En la siguiente entrevista, la coordinadora del concurso, María Ignacia Manterola, entrega detalles sobre la participación de los colegios SEDUC en la competencia, así como los valores que entrega este ejercicio de combinar la fe católica con la música.

¿Cómo evalúas la participación de los colegios SEDUC (Los Andes, Tabancura, Huinganal) en este concurso?

“Estas tres postulaciones destacaron por su alto nivel musical y por el noble mensaje que quisieron transmitir con sus canciones. Diego y Tomás (Tabancura) compusieron una canción en piano que resultó muy original dentro del concurso, mientras que Rodrigo, Benjamín y Ignacio (Huinganal), sobresalieron por la buenísima interpretación musical en el escenario, y el apoyo de su profesor de música Matías Latrach. Las finalistas del Colegio Los Andes, elegidas ganadoras del festival con su canción “Contracorriente”, no solo fueron muy bien evaluadas por sus buenas voces y su melódica canción, sino también por el profundo mensaje de la letra y el tono atractivo y juvenil de ésta. Por lo demás, la presencia de papás y profesores de los colegios SEDUC fue un apoyo desde el público para los finalistas”.

¿Cómo nace este concurso?

“En Pedagogía en Religión UC estamos muy comprometidos con la tarea evangelizadora en la educación escolar. Por ello, pensamos de qué forma podíamos, por un lado, vincularnos cooperativamente con los colegios, y por otro, incentivar la fe de los jóvenes, en un lenguaje que los motive y les haga sentido. En este contexto nace la idea del concurso, que quiere dar una entrada a la fe desde la música, y que culmina en un festival de encuentro interescolar. Este fue pensado como una oportunidad para compartir con los amigos, profesores y familia la alegría de la fe”. 

¿Qué valores entrega el hecho de participar en este concurso?

“Me parece que este concurso es una experiencia muy enriquecedora para los jóvenes, ya que participar significa un trabajo de reflexión religiosa acerca del tema de la convocatoria (este año fue la exhortación apostólica Christus Vivit), ejercitarse creativamente en la composición musical, y además presentarse en el escenario ante jóvenes de otros colegios y un jurado evaluador. Sumando todo esto, creo que participar incentiva amistades más profundas con los compañeros de postulación, así como el reconocimiento del talento propio, motivarse frente a los desafíos, y sobre todo, el crecimiento en una relación alegre con Dios y la Iglesia. A nivel general de los colegios, el concurso es también un entretenido complemento a las asignaturas de religión y música, que los profesores pueden aprovechar muy bien”.

¿Qué evaluación hacen de la primera edición de este concurso?

“Con el equipo de Pedagogía en Religión UC quedamos profundamente contentos con lo que fue el concurso, y esto no solo por la cantidad de postulaciones recibidas y el buen número de gente que asistió al festival, sino sobre todo por el mensaje tremendamente esperanzador que nos dieron los finalistas. Vimos en el escenario a escolares que viven la fe con alegría y cuyo canto fue un reflejo de la vida interior unida a Dios. En ellos hay un anhelo por un mundo que ame a Cristo y eso nos llena de ánimo para seguir realizando este concurso de ahora en adelante. Sin duda queremos que el próximo año sean muchos más los establecimientos educacionales y jóvenes que se animen a celebrar con nosotros el festival De Tierra a Cielo”.