Desde 2020, los colegios SEDUC están implementando el programa “Yo sé lo que quiero”, el cual trabaja la prevención del consumo de alcohol y drogas, y que se imparte en séptimo básico. A un año y medio de su inicio, conversamos con tres profesores de nuestros colegios, quienes valoraron las herramientas que entrega el programa y lo beneficioso que ha sido para los alumnos.

               Responden Fabrizio Costa (profesor del Colegio Tabancura), Catalina Domínguez (Los Alerces) y Robinson Tapia (Huinganal).

¿Cuáles son las principales herramientas que el programa entrega a los alumnos?

FC: “El programa ha sido un verdadero acierto, ya que permite que nuestros alumnos se desarrollen de manera integral potenciando sus habilidades socioemocionales, las cuales los ayudarán a tomar decisiones de conductas saludables,  previniendo y concientizando en relación a las sustancias de abuso (drogas). Los alumnos, a través de distintas actividades y dinámicas que ofrece el programa, han sido capaces de discriminar cuáles son las conductas de riesgo existentes y cómo abordarlas si alguna vez se les presentan a lo largo de su vida”.

A tu juicio, ¿cuál es el principal aporte para los alumnos(as) del programa “Yo sé lo que quiero”?

CD: “A mi parecer, el principal aporte de este programa para las alumnas es la cercanía en la presentación de los contenidos. Les ayuda también a reflexionar sobre ciertos temas importantes, derribar mitos o creencias infundadas. De esta forma, les entrega información que puede servir tanto para defender su postura con argumentos y para fomentar el liderazgo. Pienso que el programa les otorga asertividad y autonomía en las decisiones que se relacionan con el consumo”.

¿Qué mensaje te gustaría darle a los papás de los alumnos que están trabajando el programa?

RT: “De mi experiencia como profesor jefe, y con la capacitación del programa, creo que el apoyo de los padres puede darse a través de dos formas: involucrándose en el programa de manera activa, conversando de los temas planteados en cada sesión; y participando de cursos afines a las temáticas de adolescencia, principalmente los que buscan apoyar a nuestros alumnos en el desarrollo de habilidades sociales”.

¿Cómo ha sido la recepción de los alumnos a este programa? ¿Se ha podido consolidar un buen trabajo profesor-alumno?

FC: “Los alumnos han participado de forma muy activa, entendiendo que a través del juego y la guía de un “expositor experto” en cada tópico, es posible afrontar las distintas temáticas y situaciones  por muy difíciles que éstas sean. Además, cuentan con un librillo del curso en donde van registrando todo lo aprendido en cada lección. Siento que el programa también ha favorecido la sana convivencia, el respeto por los pares y por sobre todo la empatía ya que se han generado enriquecedoras instancias de debate y reflexión con temas atingentes a su edad”.