El pensamiento crítico es una de las habilidades fundamentales dentro del proceso de enseñanza / aprendizaje en la sala de clases. Es por eso que SEDUC, a través del programa Enseñanza para la Comprensión (EpC), promueve el desarrollo del pensamiento crítico y creativo de sus alumnos y alumnas.

               La emergencia sanitaria, y por consiguiente las clases online que se están desarrollando debido a ella, ha potenciado la importancia del pensamiento crítico, ya que la forma de transmitir el conocimiento no es la misma, y por lo mismo, el alumno es cada vez más protagonista de su aprendizaje. 

               Conversamos con el integrante del equipo técnico del programa EpC en nuestros colegios, Marcelo Aguirre (quien también es subdirector del Colegio Huinganal), quien profundizó sobre cómo se está trabajando el pensamiento crítico durante este período de clases remotas.

¿Cuál es la importancia del pensamiento crítico en la actualidad?

Sabemos que dentro de las habilidades del siglo XXI, y especialmente en las 4C, el pensamiento crítico ocupa un lugar importante. Hoy más que nunca se hace necesario que los alumnos dispongan de las herramientas para poder analizar y discriminar la gran cantidad de información que tienen a su alcance y que proviene de distintas fuentes, que tengan la capacidad de reflexión, de entender que hay distintos puntos de vista (flexibilidad) y que tengan la capacidad de evaluar cada uno. El pensamiento crítico permite a los jóvenes utilizar la información para construir su propio conocimiento, resolver problemas, reflexionar sobre sus procesos de aprendizaje y tomar sus propias decisiones.

¿Cómo se puede trabajar el pensamiento crítico durante esta etapa de clases online, donde los alumnos están mayoritariamente en sus casas y no en el aula?

Hoy los profesores han tenido que mostrar una gran flexibilidad y creatividad para enfrentar este gran desafío que nos ha impuesto la pandemia. Las clases no pueden ser las mismas ni tampoco podemos centrarnos en el protagonismo del profesor. Tenemos que optimizar el tiempo en que nos encontramos con los alumnos, no para entregar el conocimiento como tal (a los que pueden acceder a través de cápsulas, videos, guías o documentos) sino para profundizar en estos conocimientos y trabajar las habilidades que nuestros alumnos necesitarán en su vida. Que el protagonista de estas clases sea el alumno, donde tenga las oportunidades para expresar y comunicar sus ideas, tener los espacios para el intercambio de opiniones, para la reflexión, para el debate, donde puedan evidenciar su pensamiento. El desafío como profesores es enseñar a nuestros alumnos a pensar por sí mismos, creando espacios y eligiendo contenidos que sean significativos para la vida de esos alumnos. Y como padres, aprovechar el tiempo en que estamos en familia para trabajar esta y otras habilidades, conversar sobre temas de interés, escuchar sus posiciones y argumentos y tantas cosas más que se pueden lograr en familia.

¿Cómo han podido trabajar con el programa Enseñanza para la Comprensión durante la pandemia?

Los profesores nos hemos ido dando cuenta que no vale la pena destinar el tiempo en traspasar gran cantidad de información y de contenidos para que nuestros alumnos los memoricen y los olviden después de la prueba. Tenemos que crear instancias de aprendizaje con contenidos significativos que sean la base para lograr el desarrollo de habilidades y competencias que nuestros alumnos necesitarán para enfrentar los desafíos que les depara un futuro cada vez más incierto. Y dentro del marco de la Enseñanza para la Comprensión disponemos de una gran diversidad de herramientas, entre ellas las rutinas de pensamiento, que nos han permitido seguir trabajando la comprensión a pesar de la distancia física.

Como dice David Perkins, “el aprendizaje para la comprensión es más aprender a patinar, que aprender acerca del patinaje”.