Por Francisca Carvajal, asesora educativa del Programa PEIS de SEDUC

“La lectoescritura es un proceso donde, el niño aprende a leer, es decir a descifrar un mensaje y  a escribir, plasmar un pensamiento, idea, etc. La lectoescritura es una unión de estas dos habilidades que se encuentran totalmente conectados, ya que uno lleva al otro, son complementarios, y por eso es considerada una habilidad muy compleja que nos permite comunicarnos y expresarnos.

 Es un proceso que no solamente se da en primero básico, sino que abarca varios años y comienza en el preescolar. Si bien los niños que llegan a primero básico no tienen por qué saber leer y escribir, la lectoescritura se empieza a trabajar desde preescolar a través de distintos tipos de mecanismos, pero primero básico es el curso designado para lograr estas habilidades, que se seguirán desarrollando en los cursos siguientes.

La lectura y la escritura son dos habilidades fundamentales. El lenguaje oral que nosotros tenemos lo usamos como herramienta de comunicación, de cómo llegar al resto, de informarnos y de aprender. Por lo tanto, leer nos permite aumentar nuestros conocimientos, ideas y formar nuestras propias opiniones. Y, a la vez, la escritura nos permite plasmar todo lo que aprendemos, conocemos y que queremos transmitir. Entonces, todo este proceso nos abre las puertas al mundo de la información, de la formación, la comunicación, el descubrimiento, etc.

 Como este proceso nos aporta tantas habilidades, es importante fomentar el aprendizaje de la lectura y escritura, pero también es clave lograr el gusto y el hábito de estos dos procesos desde pequeños. Nos van a abrir las puertas a una serie de aprendizajes de todo nivel, y el objetivo de nosotros los profesores, más allá de enseñar este código, es lograr el goce y el hábito.

Los profesores tenemos la misión de generar múltiples instancias para que nuestros niños escriban y lean todos los días, ojalá en todas las clases. Como todos los niños tienen diferentes intereses, tenemos que buscar muchas ideas nuevas para que ellos descubran sus intereses. Como hoy día eso es más difícil porque los niños no están yendo al colegio y están a cargo de los papás, que no tienen por qué saber cómo se trabaja este tema, hay que buscar diferentes estrategias.

Lo ideal sería lograr que todos los días nuestros hijos tengan alguna instancia de lectura y escritura, por muy corto que sea, porque no podemos perder la oportunidad de generar ese gustito que es tan clave a esta edad… En este tiempo en que estamos en la casa, aconsejamos que lean o escriban de acuerdo a las circunstancias que vivimos. Por ejemplo, escribir o leer una receta, redactar cartas a nuestros abuelos que no los hemos visto hace tiempo, o escribir cartas a las personas que están enfermas en las clínicas, crear menús semanales, explicar por escrito los pasos de alguna manualidad,  o para los más chicos, escribir palabras de sus juguetes para clasificarlos.

No hay que olvidar que tenemos que generar esta instancia de lectura y escritura siempre con algo entretenido y acorde a la edad de nuestros niños. No sirve de nada hacerlos leer 10 páginas o escribir una página entera si no es de su agrado. Es importante buscar instancias como los juegos o buscar textos cortos y variados: poesías entretenidas, trabalenguas, adivinanzas, rimas, o cómics que son muy entretenidos para trabajar a esta edad. Lo otro, es que todas estas actividades que ellos vayan creando de escritura, ideal que queden plasmadas en alguna parte de la casa, a lo mejor publicarlos en una pared o compartirlos con los parientes, para que ellos vean que su trabajo es valorado y que ya son capaces de comunicarse a través de nuestro código”