A dos semanas de haberse titulado en el Magíster en Desarrollo Humano, Familia y Educación – impartido por la Universidad de los Andes – dos  profesores nos transmitieron su experiencia acerca de este estudio de postgrado. Se trata de Gabriela Aguirre (GA), del Colegio Huelén; y Franklin Escobar (FE), del Colegio Tabancura, quienes entregan su visión de lo que aprendieron, de cómo quieren entregar a sus alumnos los conocimientos adquiridos, y también concluyen que el grupo humano de profesores que cursó el magíster es de mucha categoría.

¿Qué fue lo que más te gustó del magíster?

GA: “El magíster nos entregó las herramientas que necesitamos como profesores  para poder resolver de mejor manera los desafíos que se nos presentan día a día, a través de nuestras alumnas y sus familias. Nos da luces a los problemas que atraviesa la familia actual y nos ayuda a entender cómo nuestro rol puede ser de gran ayuda en la resolución de  sus conflictos”.

FE: “Lo que más me gustó fue esta instancia de actualización de los contenidos y de la información que maneja el ministerio: nuevas leyes, educación, convivencia…. Además, muchos de los que estábamos haciendo el magíster trabajamos en puestos de coordinación muy importantes, por lo que necesitamos este tipo de herramientas”.

¿Qué te gustaría aplicar, de lo aprendido en el magíster, con tus alumnos en clases?

GA: “Pudimos aprender mucho sobre la persona humana, sus dimensiones y facultades, lo cual nos da herramientas para entender cómo se desenvuelven nuestras alumnas dentro y fuera de la sala de clases, como también su psicología  y la influencia familiar en su entorno”.

FE: “Principalmente los temas de familia, porque son muy transversales: te sirven como coordinador, como profesor jefe, incluso trabajando administrativamente en el colegio. Además te sirven mucho para las tutorías, para ver temas de entrevistas, para preparar una clase y para saber cómo puedes acercarte a un alumno. El sello que tienen los colegios SEDUC es la educación personalizada; cada alumno es único, entonces estos temas de familia te ayudan mucho”.

¿Cómo fue el grupo humano de profesores SEDUC que se formó?

GA: “El hecho de trabajar dos años con  profesores de colegios hermanos nos hizo muy bien, pudimos compartir muchísimo sobre la realidad  de cada colegio,  la forma de resolución de desafíos que eran comunes para todos, y sus anécdotas que nos daban ejemplos para resolver esos problemas.  Fue una experiencia muy enriquecedora para todos”.

FE: “Buenísimo. En la parte práctica y del día a día, SEDUC armó un grupo muy bueno. Hubo instancias de conversación y de debatir temas entre colegios de muy buena manera. Al final, lo que más tuvimos fue lazos de amistad hasta hoy. Esto va a servir mucho para que los colegios no sean “islas” y que se ayuden entre ellos”.

¿Qué temas aprendidos en el magíster – que a lo mejor antes ustedes no dominaban tanto –  les ha servido en su rol docente?

GA: “El magíster abarca muchos cursos y temas, algunos muy interesantes que nos dieron conocimiento sobre cosas que pasan en nuestras familias actuales, tales como la importancia del liderazgo, conciliación familia- trabajo, comunicación efectiva, entre otros. Es muchísimo lo que aprendimos y lo que aplicamos, hay un antes y un después a nivel profesional”.

FE: “Las leyes de convivencia escolar: los protocolos, los reglamentos… Ya no es que el docente decida por sí solo, sino que hay un proceso. Entonces, todo este tipo de formación más profesional en cuanto a la convivencia escolar ha sido fundamental, y eso también nos sirve para proyectárselo a los niños”.

¿Cómo animarías a otros profesores a participar de este magíster?

GA: “Recomendaría hacer este magíster ya que es la mejor instancia para perfeccionarnos y ser profesionales con mucho conocimiento sobre nuestra profesión;  nos  ayuda a desarrollar competencias en nosotros que nos permiten liderar grandes cambios en nuestros colegios y aportar a un sano desarrollo de nuestras familias”.

FE: “A los otros profesores les doy el siguiente mensaje: mucho ánimo, ponerle mucho cariño, y para los que son casados, pedirle mucha paciencia a sus cónyuges, porque es mucho el tiempo que tienen que estudiar. La calidad del magíster es buenísima y la universidad es reconocida a nivel nacional”.